lunes, 31 de mayo de 2010

SALUD: ¿UN PRIVILEGIO SOCIAL?
“LO QUE ESPERA ESPERANZA”

Esperanza, hija de Alonso, mientras sus hermanos salen desde temprano a una zapatería para ayudar con el soporte económico de la casa ella se levanta temprano y les prepara el desayuno, solo tiene 8 años y es la experta de su casa para hacer el chocolate, todos alaban sus capacidades en la cocina; aptitudes que en la actualidad conserva y que le otorga un beso de sus hijos cada mañana. Aparte de hacer el mejor chocolate, no aprendió a hacer nada mas, razón por la que ahora se dedica a cuidar de sus “muchachos” apoyándolos para que un día salgan adelante. Ella cree que su condición de mujer tuvo gran culpa de toda esta situación, pues su papá les dio más libertad a sus hermanos que ahora trabajan en una zapatería propia. Vemos como la diferencia de género juega un papel importante, pues dentro de nuestra sociedad vemos como los roles son distintos dependiendo del género; es así como el derecho a la educación solo es para unos pocos y se destinan oficios domésticos a las mujeres al sobrevalorar su trabajo como parte fundamental para el desarrollo de nuestras sociedades.

Otro es el caso de Gloria, quien creció en una familia y en un medio social totalmente distinto al de Esperanza. Siempre conto con todos los recursos necesarios para un adecuado desarrollo, lo cual le permitió desarrollar todas sus capacidades y es así como en la actualidad, se desempaña como una mujer líder y profesional admirada por muchos, y con todos los recursos para sostener su hogar. Junto con su esposo, tienen las facilidades para mantener en perfectas condiciones a su única hija por el momento y gozan de buena salud.

Esperanza, no recuerda muy bien la última vez que asistió al médico, no se realiza un chequeo ni verifica encontrarse sana por lo menos desde hace nueve años. No cree que sufra de ninguna enfermedad ni que esté expuesta tampoco. Los miembros de su familia que hacen uso de los servicios de salud son su esposo y su suegra debido a sus patologías de base. Ella cree que falta algo en el sistema y tiene quejas como muchos del sistema. La autorización de servicios y de medicamentos cuando hay disponibilidad complican su diario vivir y tiene que asignar recursos que no posee a la adquisición de medicamentos con alto costo que no cubre su plan obligatorio de salud. También cree que los bogotanos cuentan con mayores oportunidades en el acceso de salud y pueden contar con mejor atención médica en mejores clínicas. Llama mucho la atención que la conciencia de promoción de salud y prevención de la enfermedad está lejana a la realidad que plantean entidades como la OMS e inclusive nuestras leyes. Nos enfrentamos a dificultades de conciencia del cuidado de la salud. Esperanza no cree importante en estos momentos acudir a un médico, la realización de una mamografía, citología o endoscopia para el diagnostico de alguna enfermedad importante que tratada a tiempo evitaría fatales desenlaces no está contemplado en sus planes. Simplemente cree que su sintomatología gástrica hace parte de la normalidad de su vida y lo ata a sus preocupaciones y a la comida, a pesar de contar con un factor de riesgo familiar muy importante como lo es el cáncer gástrico en su padre, ella no le otorga ninguna importancia.

Gloria, por otro lado, al igual que todo su núcleo familiar, se encuentra totalmente satisfecha con su medicina pre pagada, hace uso de ella periódicamente sobretodo para controles de desarrollo y crecimiento para su hija pequeña, al igual que sus controles con el pediatra cada seis meses, sin tener que pasar primero por una cita con el médico general, quien en el caso de esperanza si tendría que hacerlo y esperar un poco más de tiempo para ser vista por un especialista. Su esposo hace uso de chequeos ejecutivos cada cierto tiempo y ella a su vez, hace actividades de prevención como la toma de citologías. Llama la atención cómo Gloria y su familia, tal vez por su nivel educativo y las diferentes oportunidades que han tenido en la vida, tienen una conciencia basada en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad y así mismo se ve reflejado en sus prácticas. Son consientes además que la mejor atención está en la medicina pre pagada y creen que la salud no debería ser un lujo y privilegio de tan solo unos pocos.

Es así como vemos las desigualdades, que son vividas directamente por las personas, dejan de ser teoría y se convierten en la realidad que experimentan día a día las familias. A partir de inequidades sociales en la distribución de los recursos se presenta a la salud como un lujo o un privilegio que solo unos alcanzan y se sienten realmente satisfechos; mientras que familias como la de Esperanza aun creen que se podría mejorar en muchos aspectos del acceso a los servicios de salud.

En entonces en este punto cuando se hace necesario hacer una reflexión sobre nuestra realidad colombiana y en especial sobre nuestra realidad en Salud, es importante primero considerar las desigualdades como resultado de inequidades que siempre han existido en nuestro país. Desafortunadamente los servicios de salud solo satisfacen completamente a unos pocos que tienen acceso completo a servicios de calidad y eficiencia; mientras que la mayoría de la población es excluida de este derecho fundamental convirtiéndose en una injusticia social. El impacto de esta temática no es su existencia como tal, sino las ventas o desventajas que dan a alguno de los grupos sobre el otro, lo cual se ve reflejado en las distintas dimensiones sociales vividas en la cotidianidad. De esto son consientes los mismos usuario, como lo vemos plasmado en las dos protagonistas de nuestra historia, tanto Esperanza como Gloria reconocen las fallas de nuestro sistema de salud y proponen como única solución para el acceso a un único sistema de salud eficaz y eficiente, la eliminación de inequidades para la totalidad de la población colombiana.

Colombia es un país con una riqueza cultural enorme; existe diversidad de género, etnias, costumbres y creencias, pero esto no puede ser un limitante para lograr la equidad y la justicia con igualdad de derechos y oportunidades para todos. Es claro que en nuestro país no existe una manera coherente de enfrentar todas las desigualdades, nos hemos acostumbrado a que esto sea noticia de todos los días que ya no conmueve a nadie, ni siquiera a los miembros del gobierno, quienes finalmente son quienes deciden como distribuir los recursos. Equidad para nosotros sigue siendo un concepto empírico, una utopía.

Finalmente nosotros como futuros profesionales de la Salud estamos llamados a intervenir sobre los determinantes de la Salud para poder lograr un ambiente equitativo donde el acceso y la igualdad de los servicios sea una oportunidad para toda la población. En nuestras manos está el futuro de nuestro país.


REALIZADO POR:
• Stephanie Bohórquez
• Lorena Villa
• Catalina Ospina
• Adriana Patiño
• Jenny Rincón

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